Hay situaciones en que la vida te pone a prueba, presentando alternativas-trampa. Asuntos en los que ninguna opción es válida, ninguna elección es sabia, ninguna respuesta es correcta... ningún camino lleva a Roma.
Y te quedas paralizado en la encrucijada con cara de tonto.
Miras a uno y otro lado, una y otra vez, una y otra vez, y otra vez... por si vislumbras algo que decante la decisión. Como si fueras a encontrar la solución, la solución que no existe.
Así que cierras los ojos, rotas vertiginosamente y optas por la dirección marcada por el azar. A sabiendas de que te vas a arrepentir.
Buen viaje a ninguna parte, ni siquiera a Roma.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"A una verdad no se le contrapone una mentira, sinó otra verdad" (de un profesor de proyectos)
ResponderEliminarY es cierto.
Gracias por el comentario Albert